miércoles, 26 de febrero de 2020

¿ADONDE ARRIBO LEHI Y SU FAMILIA AL CONTINENTE AMERICANO?


EL ESTUDIO SIGUIENTE CONTIENE COMPROBACIONES DETERMINANTES EN LA POSICIÓN SUDAMERICANISTA DE LA GEOGRAFÍA DEL LIBRO DE MORMÓN, SOBRE EL VIAJE, DESEMBARCO Y PRIMEROS ASENTAMIENTOS EN LA TIERRA SUDAMERICANA, DEL PUEBLO DE LEHI.

¿Por qué nos detendremos en este blog, a ahondar en los lugares geográficos del Libro de Mormón?
En la Biblia, si no conociéramos actualmente los lugares geográficos, históricos u antropológicos en donde tuvo lugar la historia relatada,  ¿sería lo mismo? Si esos mismos lugares, no fueran actualmente identificables tales como la Tierra de Israel, Palestina, Egipto, etc. ¿qué sucedería en nuestras mentes y también y sobre todo, en las mentes de nuestros jóvenes…? Acostumbrados a ver filmes, películas, video juegos e historias de personajes míticos en lugares inexistentes?  ¿Podría incluso ser considerado un mito?  Más aun, es lo que actualmente se considera por muchos no religiosos.
La doctrina, ¿podría explicarse si estas tierras fueran desconocidas por todos los que leemos el Libro de Mormón? Por lo tanto hay hechos históricos y geográficos que son muy importantes saber y existen otros cuyo conocimiento puede aportar mucho a la espiritualidad, entendimiento e historia de cosas tan sagradas, y por ende al desarrollo de la fe y afirmación del testimonio.
La misma fe inquebrantable y el testimonio hacen que mane de nuestros poros la necesidad de preguntar ¿Dónde estuvieron nuestros antepasados, sus hogares, donde murieron, como vivían, donde los encontramos?  ¿Qué pasaría, si no supiéramos de donde vinieron o vivieron nuestros progenitores, abuelos, bisabuelos, etc.? ¿Vinieron de Italia, de España, de Europa o eran originarios de África, o de América,  o de donde? ¿Provenían de tierras desconocidas, ignotas, míticas o probablemente inexistentes? A todas luces no es lo mismo poseer ese conocimiento que no poseerlo.
También es cierto que muchos miembros de la Iglesia en esta tierra americana sienten la necesidad de atribuir el protagonismo en la centralización de las culturas precolombinas al territorio donde mora. Es así  y es lógico. Porque la historia se extendió a América toda, casi sin un rendijo que escape, ya sean desiertos, junglas, sabanas, praderas, grandes montañas y pequeños valles, ríos colinas y llanos. Por lo tanto no están totalmente equivocados. De más estar decir que todavía no se ha descubierto ni la centésima parte de las reliquias que componen la riquísima historia pre-colombina de este continente.
 Puesto que los pueblos del Libro de Mormón durante 1000 años, se extendieron “...por toda la tierra, tanto hacia el norte como hacia el sur, desde el mar del este hasta el mar del oeste” (Helamán 11:20) “Vosotros sabeis que ha habido mucha discusión en cuento a Sion, donde está y donde será el recogimiento, en esta dispensación, y eso es lo que ahora os voy a declarar…pero voy a hacer una proclamación que será más extensa…todas las Américas son Sion, de norte a sur” (José Smith, 1844) Su desarrollo y cultura fueron establecidos por zonas según la época. Surgieron en el sur y se extendieron hacia el norte en una continua migración. Incluso los jareditas, que el Libro de Mormón relata, pueblo originado en familias que vivieron durante el tiempo de la Torre de Babel, durante la confusión del lenguaje, y habiendo vivido en ese momento de la historia, (más de 2000 años antes de Cristo, o sea hace alrededor de 4500 años redondeando) (cuando aun los propios hijos de Noé, aun estaban vivos)  que se juntaron para evitar esta confusión, y huyeron, tomando un rumbo hacia el actual continente americano (Eter 1:33-43), tampoco permanecieron quietos en un lugar, como en la actual vida moderna sedentaria, sino que también se extendieron desde su ubicación primaria, en centro y norte América, hacia Sudamérica como coto de caza y eventualmente huyendo de situaciones de guerra, aunque a esta última no la poblaron.
Pero el centro histórico del Libro de Mormón, está basado en el pueblo nefita, descendientes de Lehi por su hijo Nefi, familiares y asociados, y por los descendientes de sus otros hijos, Laman y Lemuel, llamados lamanitas, con constantes disputas entre ellos. Y la historia de su arribo y asentamiento de su colonia, es FUNDAMENTAL, a la hora de descubrir los lugares geográficos del sagrado Libro.
Ya desde los años 1800 y poco, luego del surgimiento del Libro de Mormón, empezaron a existir las teorías de este lugar. Pues el libro no lo dice. Actualmente existen una gran cantidad de escritores, historiadores, arqueólogos y eruditos miembros de la Iglesia de Jesucristo que han planteado teorías y escrito textos, muchos de ellos muy fundamentados y serios sobre estos lugares.
Pero a pesar del tiempo transcurrido (casi 200 años) y la seriedad de los estudios, todavía seguimos sin convencernos de la verdad o realidad geográfica. Es así que han surgido, corrientes de explicación principalmente, hacia dos lugares americanos de este desembarco y asentamiento.
La teoría sudamericanista, llevando el desembarco hacia los 30° aproximados de latitud sur, en tierras chilenas, y posterior extensión desde el sur hacia el norte y por toda América del sur y central, hasta  Norteamérica.
Y la teoría mesoamericanista, la cual establece el desembarco y posterior desarrollo del pueblo nefita y lamanita, desde la zona del istmo de Tehuantepec, hacia sur y norte de centro América y tierras mexicanas, pero no extendiéndose mucho más allá de esta zona de unos 1000 kms. de extensión. Esta teoría, no cuenta con el desarrollo de los pueblos prehispánicos de Sudamérica, puesto que para ellos el relato del desarrollo cultural histórico de estos pueblos, es cronológicamente contemporáneo al Meso americanismo.
Para entender cabalmente nuestra posición, debemos empezar primero con el viaje del barco de Lehi y su familia, desde el extremo sur de Arabia hasta la tierra prometida. Es importante mantener en mente la cronología de su viaje porque más adelante será muy importante. Salieron de Jerusalén, en el 600 AC., estuvieron 8 años en el desierto, un año en la tierra de Abundancia, (la primera) en el hoy emirato de Omán (1 Nefi 17:4-5) Para luego hacerse a la mar entonces en el  591 AC. (Hugh Nibley, 1950. Lynn y Hope Hilton, 1976. Warren y Michaela Aston, 1994)


Imagen del Sultanato de Omán en la península arábica (National Geographic)

PRIMERA PARTE, EL VIAJE DE LEHI.

Este tema ha sido ya bastante desarrollado por varios investigadores y escritores, pero nosotros entendemos aquí, que no se ha tomado el estudio en una forma completa para entender el derrotero del viaje. Para esto es necesario conocer, de: 1. Costumbres, imperios, y asentamientos poblacionales de la época. 2. Navegación, Corrientes marinas y Curso de los vientos, 3. Construcción y modelos de barcos de madera. Sin esos conocimientos generales mal podemos entender lo que es tirarse a la vela, navegar dos tercios de mundo y determinar el lugar donde desembarcar. Una computadora no es fiable si no se le alimenta con data completa a este respecto.
En primer lugar veremos el punto 1. Costumbres, imperios y asentamientos poblacionales de la época.
Lehi y su familia, eran prófugos de Israel, había predicado contra los judíos y llamado al arrepentimiento, con consecuentes castigos, y obtenido bienes personales, de un hombre poderoso, y debían enfrentar la posibilidad de que los estuvieran persiguiendo, o en su defecto, los líderes judíos de entonces hubieran contactado a otros reyes y reinos, pidiendo la captura y les sean enviados para su ajusticiamiento. El Señor les aviso que intentarían quitarles la vida. En aquella época era igual que ahora. Salvo que no había tecnología en las comunicaciones ni interpol. Por lo tanto es muy difícil que se hubieran puesto en contacto con poblaciones vecinas a su viaje, ni comprar provisiones ni pedir asesoramiento técnico etc. etc.  Por eso Nefi, le pidió al Señor que le revelara como hacer un barco y construir el personalmente herramientas, en vez de pedir ayuda o contactarse con las poblaciones de los alrededores en los actuales emiratos (en aquel tiempo parte del reino de Saba, aliado de Israel) que poblaban la zona. (1 Nefi 17:12-14)
Otro factor a tener en cuenta, es que una vez hechos a la mar, tenían dos posibles rutas para llegar a la tierra prometida. Debemos recordar que Lehi y su tripulación no viajaron al garete ni arrastrados por el viento sin dirección todo el tiempo, sino que ellos dirigían el barco siguiendo la orientación de una brújula o Liahona (1Nefi 18: 12-13) por lo que es de suponer que no viajaron con un rumbo errático sino que hasta cierto punto podían dirigir el barco por el camino más apropiado hacia la Tierra Prometida, y seguramente sabían hacia donde estaba ubicada “Y sucedió que yo, Nefi, dirigí el barco de manera que navegamos de nuevo hacia la tierra prometida” (1Nefi 18:22, cursiva agregada). Una propulsión a vela, no existía otra opción en aquella época, salvo el remo, no apropiado en alta mar. (1 Nefi 18:8)
Una de las rutas era hacia el sur desde Arabia,  por el este de África bordeando Madagascar, pasando hacia el oeste por el cabo de buena esperanza y de ahí directo hasta América. Es la ruta más corta y directa (9000 kms. aproximadamente) El Dios de Israel no los iba a dirigir por la ruta más larga y peligrosa, sino que originalmente los debe haber dirigido por esta, hacia el sur. Pero por alguna razón parece que no fue esa la que siguieron.


Más probable ruta de Lehi hacia la tierra prometida.
La segunda, la que aparentemente surcaron, fue la más larga. Algo aconteció, y  lo más probable que la tormenta huracanada que sufrieron a causa del castigo divino, por sus pecados, hizo que los llevaron hacia atrás (1Nefi: 12-15) por “muchos días” y fuera entonces la razón del cambio de rumbo. Como reprensión, ahora el viaje iba a durar más del doble y tendrían que recorrer casi dos tercios del planeta para llegar a la tierra prometida. O sea lo contrario de lo que se podía haber viajado. Cuando la Liahona volvió a funcionar indicó una dirección nueva hacia la tierra prometida, y ellos la siguieron.
Existen teorías que el viaje se realizó, como navegación costera, o sea cercana a la tierra, debido a que no tenían nociones marineras y era mejor estar cerca de tierra, por las dudas…. Pero esta teoría aunque lógica, podría no ser correcta por una simple razón. La tormenta que los desvió. (1 Nefi 18:13) Pero también, si hubieran seguido un viaje costero, pasarían por la costa del actual golfo pérsico, o más adelante enfrentarían la costa india, a la altura de la actual Goa, todas regiones pobladas e imperios  con navegantes, pescadores, y fuerzas armadas navales, (en esa fecha del  591 a.c.) Si el viaje hubiera sido por el sur de la costa asiática, al sufrir la tormenta y ser desplazados hacia atrás por muchos días, ocurre que hubieran retornado al punto de origen o, peor aún, ¡hacia las costas de África…!
Si hacemos caso a las teorías que Lehi y su familia y asociados, continuaron viaje por la línea del ecuador hubieran tenido que pasar en forma serpenteante por los estrechos de la península de Malaca, la Malasia, Tailandia, Sumatra, Brunei, etc. y Las Filipinas actuales. ¿Sin tocar tierra? Todas zonas pobladas para esa época y con abundancia de piratas, pescadores de perlas agresivos y fuerzas navales de los chinos, que aunque no existían como nación unificada aun, ya tenían mucha población y expansionismo. Época enemiga para unos navegantes desconocidos y con algunos elementos codiciados como la Liahona, las planchas, oro, y otras riquezas.
Era la época de la dinastía Zhou, y coincidió con la época de Confucio y el aumento de la cultura. Este periodo chino estuvo plagado de batallas y las anexiones de unos 170 pequeños estados. El lento progreso de la nobleza resultó en un aumento en la alfabetización; este incremento animó la libertad de pensamiento y el avance tecnológico.
La navegación se desarrolló y se controlaba el mar de la China y los mares alrededor de Tailandia y Malasia (Wikipedia) ¿Se podría pensar que tocaron tierra para reabastecer provisiones, hacer contactos y tal vez pensar que era la tierra prometida y quedarse allí, en territorios plagados de malaria y enemigos?  El Señor les prometió que los llevaría a la tierra prometida y no les indicó que socializaran ni desembarcaran antes que arribaran a su destino. Para eso llevaron abundantes provisiones (1 Nefi 17:6).
2. Navegación, corrientes marinas y vientos. Todo indica que viajaron por el sur de Australia, sin contacto con nadie, lejos de imperios, piratas, navegantes o fuerzas navales de la época, sin tierra a la vista y en línea recta hacia el este, hacia América. Siguiendo los vientos y las corrientes marinas que los impelerían. En la línea del ecuador, si hubieran tenido el milagro de pasar la indonesia, (cosa que si hubiera sido así, Nefi lo relataría en sus planchas) hubieran surcado la línea del ecuador sobre el pacifico con corrientes contrarias, o sea de este a oeste y los hubiera alejados del continente americano, y en el mejor de los casos, llevado hacia el norte noroeste hacia las Aleutianas (Ver mapas siguientes). Las corrientes marinas han permanecido incambiadas por miles de años, debido a la rotación de la tierra.


Observaciones con el satélite Suomi NPP de la NOAA/NASA han rastreado el movimiento del humo de los incendios australianos en todo el mundo, pero mostrando en forma impresionante la dirección de los vientos desde Australia hasta Sudamérica.

 
Mapa de los principales vientos (Alisios) Océano Pacifico. Se observa claramente que los vientos por el sur de Australia, ayudaron seguramente a Lehi y su gente, a impelerse hacia la tierra prometida, mientras que por cualquier lado del ecuador estos significarían viento contrario de proa, oposición y un desvío hacia el este, hacia Asia. (La H significa zona de altas presiones, o sea generalmente zonas de calma) (Fuente: Fondear.org)


En este mapa de las corrientes marinas del pacifico se observa claramente, una similitud con la distribución de los vientos alisios, que por el sur de Australia, traza una línea directa hacia el  continente americano (Sudamérica), mientras que en el ecuador las corrientes se solapan entre ellas, yendo y viniendo del continente americano hacia Asia. (Fuente: www.areaciencias.com)

También los vientos siguen las líneas de las corrientes marinas a la par. Aunque estos, ya no son permanentes en el tiempo como las corrientes marinas sabemos que por siglos, estos vientos, salvo periodos cortos o especiales, se han mantenido como indica el mapa. Nótese en el mapa la circulación ciclónica y anticiclónica según sea el lugar y hemisferio que se navegue.
3. Construcción y modelos de barcos de madera. No nos podemos detener demasiado en esta área de investigación, por una sencilla razón, NO CONOCEMOS como construyó Nefi y sus hermanos el navío, ni poseemos sus planos, ni siquiera una referencia de su armado o figura final. Muchas veces lo que se hace, es tomar modelos de navíos de la época y tratar de adaptarlos a un viaje largo, pero tampoco sería válido este concepto por que el propio Nefi nos dice que fue guiado por el Señor y su construcción no siguió los modelos del hombre y que fue una hechura exquisita en gran manera.




Modelo de buque griego-fenicio del 500 ac
      








Corbeta Romana de alrededor del 50 ac
En estas dos figuras, se observa tipo de navíos diferentes, pero basados en propulsión a vela y remo. Habría que descartar esta última opción. Nefi mismo manifestó que iban impelidos por el viento. (Camarotedeoficiales.blogspot.com).

En esta figura se observa la reconstrucción de un buque de totora (junco que crece en Bolivia y Perú) según modelos de tiempo ancestral que los chiripa, y tiwanacotas o sus antepasados utilizaban en el lago Titicaca, en el caso de Nefi, obviamente no lo construyó de totora sino de madera y cobre, porque hizo herramientas para esto, pero su modelo pudo haber perdurado en la memoria de sus descendientes y es la única referencia más cercana que podremos tener. Obsérvese la quilla plana y la proa elevada, similar a los buques egipcios y fenicios.  

SEGUNDA PARTE: EL DESEMBARCO

Existen muchas teorías del posible aun ignoto lugar, clave en el desarrollo de la investigación sobre los pueblos del Libro de Mormón. Pero entre los investigadores y arqueólogos, santos de los últimos días, predominan dos.
1. El desembarco se produjo para una corriente meso americana en la zona del istmo de Tehuantepec entre los actuales estados de Oaxaca y Veracruz, México.
Y       2. En la zona de la costa chilena alrededor de los 30° de latitud sur. (Actual Coquimbo) en Sudamérica.
3. Existen otras teorías de otros lugares variados, pero de menor desarrollo o atención para su confirmación.
Como se ve estas dos posiciones principales, no pueden estar más lejos una de otra. Para la 1. Los que la apoyan manifiestan que la “evidencia arqueológica y científica hace claro que los acontecimientos del Libro de Mormón, se deben aplicar a una zona más limitada que toda América”. Esto se razona, entendemos, por la abundancia de descubrimientos y arqueología existente en Mesoamérica, que conlleva a pensar que el centro cultural fue en esa zona, porque en otros lugares de América, no “existiría tal abundancia de elementos arqueológicos…”.
Para la posición 2. Quien tiene al Dr. y arqueólogo, Hans Caspary, y el investigador Celestino Villalobos, como abanderados, y el suscrito, entre otros, con la cual este blog está identificado, ese argumento de la existencia de abundante arqueología, es a todas luces erróneo, porque no se tiene en cuenta la arqueología y abundancia también de los territorios andinos y amazónicos de Sudamérica, prácticamente con la misma súper abundancia arqueológica, salvo con la particularidad que no se ha dispuesto de medios, respaldos económicos y atención gubernamental como ocurre con Mesoamérica, pero no implica que no existan. Y en similar abundancia, incluso algunos de ellos muy concretos, que se verán en publicaciones futuras en este blog.
Todas las corrientes y posiciones estamos de acuerdo en la fecha aproximada del desembarco, 590 ac. La duración exacta del viaje, no se detalla, en números redondos los diagramadores y estudiosos del Libro de Mormón, la establecen en un año. Poseemos nuestras reservas al respecto, dado que la velocidad estimada, los vientos, la tripulación novata, para un viaje de esa magnitud, la existencia de niños a bordo, todo eso hace que el viaje debió haber sido más corto, esos miles de kilómetros se pueden calcular en una duración real, de no más de 8 meses, que ya de por si es mucho. Un máximo de 9 meses, sería lo máximo que esta gente podría haber soportado, con sus provisiones, agua y salud. De todas formas, no obsta de calcular en forma redondeada y solamente, a los efectos programáticos, un año.
La ubicación del desembarco en tierras mexicanas del oeste, que es la que favorece la posición 1 es la única forma de poder centrar la cultura del Libro de Mormón en forma definitiva en Centroamérica y México, puesto que los descubrimientos arqueológicos, si bien son importantes, muchos son de mayor antigüedad que la fecha de desembarco de Lehi, de ninguna manera son motivo de exclusividad de la zona. No solo existen en el sur, sino también al norte, en USA, por lo que han también surgido movimientos a la ubicación de los acontecimientos del Libro de Mormón, en ese país, con respaldo también.
La Iglesia no ha tomado posición oficial al respecto. Hay algunas razonamientos claves que quiero desarrollar aquí, para entender nuestra posición.
1.- La tierra a la que el Señor trajo a Lehi, era o es una tierra escogida por SOBRE TODAS LAS DEMAS. Y los lehitas ya enseguida empezaron a descubrir al momento del propio desembarco, que era así. (1 Nefi 18:24-25) Cabe aclarar aquí, que la palabra “desierto” que cita la escritura en español, es una traducción de la palabra inglesa “wilderness” que no significa desierto de arena, aunque los diccionarios lo traduzcan así, sino desierto de población humana, como la palabra inglesa lo dice, “lugar salvaje” evidentemente, sino contradeciría lo relatado por esta misma escritura sobre los animales, plantas, riquezas y condiciones del lugar. Clave en nuestro razonamiento más adelante, porque quiere decir que esta zona no solo estaba deshabitada, sino que ni siquiera había sido explotada en sus riquezas por algún pueblo anterior. Cosa que si, había sucedió con Mesoamérica, por siglos antes de eso.
Ahora, si los que mantienen la posición mesoamericana, entienden que esa y solo esa era la tierra prometida y bendecida por sobre todas las demás, dejando de lado Sudamérica, e incluso Norteamérica, entonces es una posición ofensiva y discriminadora hacia las benditas y hermosas tierras del resto de América, con una posición localista  que tal vez inconscientemente descarta al resto y coloca solo a Mesoamérica como la única,  tierra prometida y bendecida sobre todas las demás…….. Posición esta, que para los que conocemos y vivimos en esta tierra americana, rechazamos totalmente.
2. Hablemos del pueblo jaredita. Llegaron a Centro o Norteamérica, unos 300 años después del diluvio, al tiempo de la torre de babel, cuando los hijos y nietos de Noé, aun estaban vivos (Génesis 11:10-11). Tuvieron un gran desarrollo según la promesa (Eter 1:43) y llegaron a ser el pueblo más numeroso sobre la tierra en esa época, más que los egipcios, cananeos  y gentiles, (aun no existían ni chinos ni hindúes) Por lo tanto, y esto es importante, al momento previo a su destrucción eran millones sobre el territorio centro y norteamericano. Y habían edificado ciudades y explotado la tierra. Para ellos también existía la promesa de la tierra prometida.
Y ¿cuándo fue el momento u época de su destrucción? Como la expedición de Mulek, escapando de la destrucción de Jerusalén por los babilónicos (587 ac)  ocurrió inmediatamente después de ese acontecimiento, podemos deducir con mucho exactitud que llegaron a territorio americano entre el 587-585 ac, y posteriormente a su arribo, con tiempo suficiente para varios desembarcos (Alma 22:30“…por ser el sitio de su primer desembarque”y su establecimiento en la ciudad de Zarahemla, encuentran al último jaredita sobreviviente (sin contar a Eter) quien fue Coriantumr. Y un Coriantumr mal herido convivió con ellos “por el tiempo de 9 lunas” (Omni 1:21-22). ¿En qué época fue esto? Perfectamente lo calculamos, entre el 580-550 ac.  Y el relato de Éter es que la guerra existía por toda la tierra habitada por este pueblo (Éter 14:18-19 y 15:2). Por lo tanto se deduce fácilmente, que había aun millones de jareditas en la tierra del norte al tiempo del arribo del barco de Lehi a la tierra prometida. Todavía vivirían y ocuparían la tierra y ciudades por al menos otros 30 años antes de su destrucción.
Entonces surge la pregunta; ¿Cómo pudieron Lehi y su gente, desembarcar en lo que hoy es México, en pleno territorio jaredita, con millones aun sobre la tierra, y encontrar una tierra vacía, sin explotar, sin ciudades, sin población alguna? Un lugar todavía salvaje sin explorar (wilderness).
Y si aun no estamos seguros cual tierra ocupaban los jareditas según refiere el Libro de Mormón, la propia arqueología mesoamericana muestra que esa zona estuvo totalmente y constantemente habitada y con muchas ciudades y poblaciones, por mucho antes del 590 ac. (Olmecas por ejemplo) Fuera el pueblo que fuera era prácticamente imposible que Lehi, si hubiera desembarcado en el istmo de Tehuantepec o cualquier otro lugar de Mesoamérica, no encontraran a los jareditas, sus ciudades y aun incluso ser aprehendidos o muertos por ser intrusos, en épocas de las guerra finales de estos.
Y si a esto le agregamos que según se explicó en el párrafo anterior, las corrientes marinas y vientos no favorecen de ninguna manera, haciendo casi imposible, que el barco de Lehi pudiera llegar a tierras mesoamericanas. Estamos todos de acuerdo en este blog, que el desembarco fue en América del Sur. Y como consecuencia, el desarrollo de las culturas del Libro de Mormón fue de sur a norte como dice Alma 22, y no de norte a sur como se relaciona en las otras posiciones, haciendo que si se ven desde esta ultima perspectiva sea prácticamente imposible entender la geografía del Libro de Mormón, como sucede ahora.
3.- Otro aspecto que refuerza esta teoría del desembarco en el sur, es el  propio relato del Libro de Mormón, de los acontecimientos sucesivos después del desembarco, de manera tal de poder comprobarlos in situ. Una vez asentados en la tierra y después de la muerte de Lehi, los hermanos y sus familias, se confrontan y el pueblo de Nefi se separa y se apartan de sus hermanos, y salen hacia el desierto, por “muchos días. (2 Nefi cap.5) y construyeron un templo de acuerdo “al modelo del Templo de Salomón” (las medidas, el estilo y la construcción del templo de Salomón) pero de menor envergadura y riqueza. (2 Nefi 5:16).
Entonces la deducción es lógica, y el razonamiento que sigue, ¿donde están las ruinas de ese templo? Si las encontramos entonces, ese lugar no estará lejos de la zona del desembarco y será una comprobación de una vez por todas a que zona se refiere.
El investigador y arqueólogo, Hans Caspary, integrante de este blog, ha profundizado mucho en sus investigaciones, concentrándose su estudio, en el templo de kalasasaya, en el sitio arqueológico de Tiwanaku, donde se ve claramente, el modelo de construcción de dichas ruinas, con características arquitectónicas únicas en toda América, coincidentes con el templo de Salomón, no existiendo nada parecido en su formato, en el resto de América hasta la fecha. Lo que se ha encontrado es predominantemente de formas piramidales, muy lejos del plano bíblico del templo de Salomón. Además estas ruinas se encuentran en una región de la República de Bolivia, colindante con Perú, y aunque algo lejos de la zona central de Chile, posible lugar del desembarco, igual se encuentra en la zona de influencia de la tierra que se llamó en el Libro de Mormón, la tierra de Nefi. Teniendo en cuenta que los nefitas se separaron de los lamanitas, huyeron y se asentaron en una tierra a “muchos días”, para estar más seguros.
Por lo tanto es una prueba más, esta arqueológica, de que la tierra de la primera herencia y los primeros asentamientos fueron en el cono sur de América, y no en Centro o Norte América. Muchos investigadores SUD, antiguos y presentes, han aportado trabajos serios a favor de la escuela sudamericanista, entre los cuales nombramos al Dr. Hans Caspary Moreno, Celestino Villalobos (Mexicano) y el suscrito (Uruguayo), y otros.
         4. Pruebas arqueológicas. La abundancia e inmensidad de descubrimientos arqueológicos, edificaciones masivas, maravillosas esculturas, ideografías en estelas, paredes, templos, tumbas, artefactos, etc., en fin, un mundo de maravillosos descubrimientos en Mesoamérica, han deslumbrado tanto a la ciencia y al mundo en general, incluyendo a los miembros de nuestra Iglesia, que inconscientemente ha llevado a pensar que es suficiente y demasiado para el desarrollo de un pueblo y que no puede haber más o mayores cosas hacia el sur. Parecen gritarnos, este es el centro de la cultura del Libro de Mormón, ya es suficiente, no busquen otro. Pero… esto contradice totalmente el sagrado Libro. Totalmente.
En absoluto se puede minimizar una arqueología, enfrentándola a otra, centrando la misma en una región de tierra no superior a mil kilómetros de extensión…. Estrecha, entre mares y océanos, y dejar absolutamente de lado todo el continente sudamericano, en base solo a la abundancia de arqueología. ¡PORQUE ESTA EXISTE EN IGUAL MEDIDA EN EL CONTINENTE SUDAMERICANO, SINO MAYOR! Más adelante en este blog iremos mostrando en forma por demás certera esta comparación. El ánimo no es competir, ni enfrentar, de nuestra parte, sino mostrar y dar a conocimiento la realidad de esta abundancia sudamericana desde el sur hasta el norte del subcontinente, hasta el “estrecho pasaje”. Es dar a luz la verdad del Libro de Mormón en su complejidad completa, porque Sres. lectores, la civilización del Libro de Mormón abarca millones de personas, varios miles de años de historia desde la Torre de Babel hasta nuestros días, y este sagrado libro es solo una pequeña y resumida compilación de la parte religiosa y espiritual, de miles de registros, historias, construcciones, guerras, reyes y gobernantes, pueblos, etnias, conflictos y riqueza. EN TODA AMERICA.
Acá no estamos diciendo que los pueblos del Libro de Mormón, no habitaran Meso América, al contrario, consideramos que su población es acorde, a la ocupación jaredita por más de 2000 años y nefita-lamanita, principalmente, con posterioridad a la venida de Cristo a América, y que la población nefita de Desolación fue precisamente en esta zona. Lo que decimos es que el desembarco y posterior desarrollo fue de sur a norte, en un proceso gradual, durante 1000 años, siendo Meso América, la población final antes de la destrucción del pueblo nefita. Y que el desarrollo cultural, religioso, arquitectónico, militar y social fue en toda América, no en una zona limitada.
Un pensamiento que ha surgido en un periodo después de los años 1930-40 en adelante, del siglo pasado, indica que las enormes distancias de las tierras americanas, no podían ser recorridas fácilmente a pie, y que la historia arqueológica indicaría que fue en un territorio más acotado. Esta teoría está influenciada indudablemente por el hombre moderno, quien en su comodidad de trasladarse en vehículos, aviones o en ciudades limitadas, no puede comprender que el biotipo de los pueblos indígenas de América hasta nuestros días, es muy diferente al hombre moderno. Más atrás en el tiempo, los primeros líderes de la Iglesia, cuando aun muchos tenían contacto cercano con tribus indígenas y conocían su complexión y estilo de vida, no pensaban así. Luego al avanzar el siglo XX e ir perdiéndose estos contactos, y además los investigadores se incluyeron en las nuevas generaciones del hombre moderno, es en ese momento que se pusieron en duda las teorías de la extensión lehita por toda América. No lo pudieron comprender.
Sin embargo en estos últimos tiempos las migraciones de hispano americanos desde Cuba o Venezuela hacia más al sur, hacia las tierras peruanas, chilenas, uruguayas y argentinas, a una distancia mayor de 4000 kms. desde sus lugares de origen, y que fueron hechas por hombres y mujeres modernos, con niños y a pie, tardando en cruzar la selva brasileña alrededor de un mes. Y lo pudieron hacer. Con esto se contesta esta teoría, a todas luces errónea. ) “Bendice tu obra en esta gran tierra de Sudamérica, la cual es parte de la tierra de Sion” (Pte. Gordon Hinckley, oración dedicatoria, Templo de Santiago de Chile)   
5. Leamos el Libro de Mormón. Escrituras del sagrado Libro que confirman lo que dijimos en este artículo.
-Helamán 6: 10-13 “Ahora bien, la tierra del sur se llamaba Lehi, y la del norte se llamaba Mulek, por el hijo de Sedequías, porque el Señor condujo a Mulek a la tierra del norte y a Lehi a la tierra del sur”
-Alma 22:28 Ahora bien, la parte más perezosa de los lamanitas vivía en el desierto, y moraba en tiendas; y se hallaban esparcidos por el desierto hacia el oeste, en la tierra de Nefi; sí, y también al oeste de la tierra de Zarahemla, en las fronteras a orillas del mar, y en el oeste en la tierra de Nefi, en el sitio de la primera herencia de sus padres, y así a lo largo del mar.

-Alma 22:33.  “… había una pequeña lengua de tierra entre la tierra hacia el norte y la tierra hacia el sur.”

-Helaman 3: 3-7 Los Nefitas salen de la tierra del sur para habitar en la tierra del norte y viajan “una enorme distancia” Alrededor del año 49 – 45 AC.

-Mormón 2:3 Y ocurrió que en el año trescientos veintisiete, los lamanitas vinieron contra nosotros con una fuerza sumamente grande, al grado de que llenaron de temor a mis ejércitos; de modo que no quisieron luchar, y empezaron a retroceder hacia los países del norte.

-Mormón 2:16  Y ocurrió que en el año trescientos cuarenta y cinco, los nefitas empezaron a huir delante de los lamanitas; ……

-Mormón 2:28-29 Y había pasado el año trescientos cuarenta y nueve. Y en el año trescientos cincuenta concertamos un tratado con los lamanitas y los ladrones de Gadiantón, mediante el cual quedaron divididas las tierras de nuestra herencia.
Y los lamanitas nos cedieron la región del norte, sí, hasta el estrecho pasaje que conducía a
la  región del sur; y nosotros dimos a los lamanitas toda la tierra del sur.

-Mormón 6:5 Y cuando habían transcurrido trescientos ochenta y cuatro años, nosotros habíamos recogido a todo el resto de nuestro pueblo en la tierra de Cumorah.

Comentario del autor: Leyendo el relato de Mormón, y la datación, se observa claramente que los nefitas huyeron durante 59 años, desde la tierra del sur hasta Desolación y luego Cumorah (Centro y Norte América) con periodos de paz y asentamiento que no pasaron de los 20 años. O sea un recorrido de enormes distancias, una prueba más de la distribución coincidente con las tierras sur y norte del Libro de Mormón.

-Génesis 49:26 Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores; hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José, y sobre la coronilla del consagrado de entre sus hermanos. Comentario del autor: Si interpretamos los collados eternos según la propia Iglesia los determina, ¿Cómo puede cumplirse esta profecía y bendición en una franja de tierra de solo 1000 kms. sin la cordillera de los Andes ni las Rocallosas en el lugar?


                                                                                             

                                                                    Juan Carlos Plata Borroni 
       Febrero 2020

Bibliografía y referencias:

El Libro de Mormón.
Hugh Nibley, Lehi in the desert, 1950.
Lynn y Hope Hilton, In Search of the Lehi's Trail, 1976.
Warren y Michaela Aston, In the Footsteps of Lehi, 1994
National Geographic, Sultanato de Omán.
B.H.RobertsDefense of the Faith and the Saints2 vols.(Salt Lake City, UT: Deseret News, 1907),1:403.
Orson Pratt, A[n] Interesting Account of Several Remarkable Visions (Edinburgh, Scotland: Ballantyne and Hughes, 1840)
Camarotedeoficiales.blogspot.com
Fondear.org
NOAA/NASA
Pte. Gordon Hinckley, oración dedicatoria, Templo de Santiago de Chile
Book of Mormon Central.es
Ellamanita.blogspot.com por Celestino Villalobos
Las Ruinas de Tiwanaku y el Libro de Mormón, Hans Ralf Caspary, 2006
Estudio Histórico y Geográfico de los Pueblos del Libro de Mormón, Juan Carlos Plata, 2002, 2016.






5 comentarios:

  1. Hola gente que lea este articulaso, hay quienes sugieren que Lehi guio el barco por el norte de Australia y se fue rumbeando hasta llegar a Centro America....por favor no me hagan reír .....parece que los que dicen eso no saben nada de corrientes oceánicas !!! No se dan cuenta que por esa línea es imposible remar contra el viento ??? Digo velar a la antigua en contra del viento. Lehi Paso por debajo de Australia y desembarco en Chile !

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  2. Excelente investigacion...los viajes transpacífico son una realidad aun por redescubrir y replicar?...a considerar las corrientes esporádicas de EL NIÑO..que viajan hacia costas chilenas...paralelo 30 ..bahía de La Serena...según declaro el profeta Jose Smith...(y el nada sabia de EL NIÑO)

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  3. ---Excelente y certera declaración sobre los posicionamientos primarios de Lehi y su familia en América del sur; una visión real y Hemisferica indispensable para comprender y fortalecer tanto individual como colectivamente el testimonio evidente del Libro de Mormón y lo que de el resulte;

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  4. El presente artículo escrito por el investigador uruguayo SUD Juan Carlos Plata Borroni, a todas luces, es uno de los más serios que a la fecha he podido leer.
    Con argumentos sólidos Plata Borroni, demuestra fehacientemente la posible ruta interoceánica que pudo seguir el barco del profeta Lehi y su familia, rumbo a la tierra prometida, llegando a la costa oeste del Pacífico, en Sudamérica.
    Juan Carlos, a través de su artículo, nos introduce en ese fascinante mundo geografico que describe el Libro de Mormón, y lo explica de tal manera que, es fácil de entenderlo y comprenderlo, pues nos permite relacionarlo con la geografía moderna.
    Juan Carlos, muy conocedor de la geografía mundial, y especialmente la Sudamérica, nos explica cómo fue el poblamiento paulatino de toda la América en tiempos prehispánicos.
    Con su publicación, Juan Carlos Plata Borroni, sin lugar a dudas es uno de los eruditos SUD que a la fecha a aportado con sus investigaciones a develar hechos históricos, antropológicos y arqueológicos del Libro de Mormón.
    Su alto grado de conocimiento sobre temas geográficos, dará para el debate entre las mentes inquisidoras, pero más me apego a que el recibirá mas comentarios favorables, que de crítica.
    No me queda más que felicitar al autor, y desearle éxito con sus futuras publicaciones.
    Atte.
    Hans Ralf Caspary Moreno
    Arqueólogo boliviano SUD
    Chiclayo-Perú

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  5. Realmente conmovido por este profundo estudio que me consta ha demandado mucho tiempo. Sabía de él desde hace mucho tiempo pero no había tenido la oportunidad de leerlo. De alguna forma abre nuestras mentes y nos permite analizar sin prejuicios nuevas posibilidades hasta ahora ignoradas por la tendencia explícita del desarrollo de la cultura nefita-lamanita en Centro América. Sin dudas que ningún descubrimiento arqueológico incidirá en nuestro testimonio personal de El Libro de Mormón como registro sagrado y Testamento de Jesucristo, sus ensenañanzas y doctrinas nos enseán la plenitud del Evangelio y son suficientes para conducirnos al Cristo y a obtener la salvación eterna siguiendo sus preceptos. No obstante un mayor entendimiento de esos pueblos y personajes que hemos llegado a admirar en profundidad nos acerca más a su mundo y los enormes logros alcanzados como civilización, ayudándonos a entender mejor la relación y favor que lograron de su Dios mientras se mantuvieron fieles a sus convenios y como fenecieron y declinaron una vez que se apartaron de sus preceptos sagrados.

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